Justo hoy han pasado por un grupo una noticia de que hay un repunte de la estafa de la factura pendiente de cobro.
Además quién mandó la noticia confirmó que su empresa había caído en la trampa.
Te cuento.
Un proveedor nuevo, de confianza del pueblo, manda un correo con la factura adjunta.
Nada nuevo en el horizonte, nuestro encargado de contabilidad revisa el importe, se mete en el banco y manda la pasta por transferencia.
Como buen profesional, responde al correo con el justificante de transferencia.
Pasa el finde, llega el lunes y reciben una llamada del proveedor.
-«Oye Juán que no me habéis mandado la transferencia»
-«Imposible, te mandé hasta el comprobante, bueno voy a revisarlo todo»
Momento y hora en que empiezan a investigar que había pasado, algo raro ocurrió.
El email con la factura adjunta ya no estaba. Desaparecido de la faz de la tierra.
Sí que estaba la factura descargada en el equipo de contabilidad y el correo de respuesta con el comprobante.
Comparando la factura descargada con el presupuesto anterior creo que ya sabes por dónde vienen los tiros.
Habían cambiado el número de cuenta, por otro que no era el del proveedor real.
Unos miles de euros perdidos por ahí, ya veremos si el banco da la cara.
Este caso no ha sido del todo automático, han afinado un poco y lleva alguna que otra tarea manual por parte del atacante.
El análisis completo me lo reservo para la Newsletter Premium aunque aquí te digo que no es la primera vez que lo veo.
Es común y tiene hasta un nombre, sí las estafas tipo se les llama por su nombre como si fuera un huracán.
¿Y cómo no caer en la tentación?
Lo dejamos también para los premium.
Y si quieres cambiar tu mentalidad, aprender a identificar estos peligros, cual gacela esquivando al león, mira aquí: