Últimamente en la TV veo el mismo tipo de series.
Ciberataques, gobiernos tambaleando, conspiraciones globales… el típico cóctel para venderte el apocalipsis en 4K.
La mayoría lo ve y piensa:
“Menos mal que esto solo pasa en la tele.”
Error.
Estas series tienen ya más realidad que ficción.
Gobiernos que han visto cómo les secuestraban sus sistemas.
Empresas multimillonarias que en cuestión de horas quedaron con las rodillas peladas.
Hospitales que tuvieron que volver al bolígrafo y al papel porque alguien decidió lanzar un bicho un martes cualquiera.
La diferencia es que en la TV lo adornan con música épica y cámaras lentas.
En la vida real aparece en un titular escondido en la sección de tecnología de un periódico, y la gente lo pasa de largo porque piensa “eso no me va a pasar a mí”.
Hasta que pasa.
Y aquí viene lo incómodo.
Cualquiera puede aprender a lanzar un ataque así.
No hace falta un laboratorio secreto en Moscú ni un ejército de super ordenadores. Hace falta lo mismo que para cualquier disciplina:
Práctica, curiosidad y horas de vuelo.
¿Quiénes no van a lanzar en su vida un ataque así?
Los vagos, los que creen que ver series de hackers les convierte en hackers, los que hacen un cursillo exprés y ya van de expertos en LinkedIn.
Esos solo sirven para ser víctimas.
Ya están abiertas las puertas del Laboratorio Hacker.
Un sitio donde no hay tráilers, solo terminales.
Donde no te enseño suposiciones, sino que me ves lanzar ataques en directo.
Es la diferencia entre un guión de cine y la vida real.
Por aquí para acceder al laboratorio:
