A ver, seamos sinceros.
Tenemos la TV más moderna, smart TV 4k, controlamos las luces con el móvil, y tenemos mil cacharros conectados con Wifi que ya me dirás tú para que leches quiero que la lavadora se pueda encender a distancia, pero luego… seguimos con la misma contraseña del router que te puso el técnico cuando diste de alta el internete hace años.
Y eso te puede jugar una mala pasada.
Mira, no te culpo, en esta vida no se puede saber de todo.
A mí también me pasó en su momento, te hablo cuando no se llamaba ni router, cuando era un modem USB con aspecto de colonia, uno lo único que quiere es enchufarlo y que haga su trabajo.
Total, para eso están los cerebritos informáticos que se hayan encargado de construirlo, está ahí en la esquina, en su caja blanca, haciendo su trabajo, ¿no?
Suficiente.
Luego te compras un sistema de seguridad completo para casa con su cámara 360 y 3 o 4 sensores de movimiento, tecnología puntera para poder irte tranquilo de vacaciones a tu piso de la playa, pero…
La clave del router y seguramente también la de la Wifi, es menos segura que guardar la pasta en la caja de cereales del último estante.
¿De verdad estás tranquilo así? ¿Dejando la puerta de tu casa accesible a malosos?
Porque si lo piensas bien, tu router es la puerta digital a tu casa…
A tu lavadora moderna…
A tu horno conectado…
Cámaras, luces, TV…
Todo.
Entonces a lo que quiero llegar con este email de domingo es que por mucha tecnología puntera y molona, luego la cagamos en las cosas más fáciles.
Y en el mundillo cripto también nos pasa.
Me quiero hacer el listo con las wallets para que Hacienda no me pille, pero caigo en los mismos errores de ciberseguridad de siempre y…
El maloso se lleva tus criptos que no podrás denunciar porque querías tenerlas ocultas.
Vaya vaya…
Aquí los consejos para que los malosos no te pillen tus criptos:
